Así lo confirmó este miércoles el ministro de Hacienda porteño, Néstor Grindetti, quien además adelantó que se deberán realizar "recambios tecnológicos en algunas líneas" del subte para mejorar "el confort" de los pasajeros.
"Estamos convencidos que el subsidio tiene que ir a la demanda, a las personas que realmente no pueden pagar y no a la empresa. Vamos a ir mudando hacia ese sistema", indicó el funcionario.
Sobre este tema profundizó: "Hemos estado conversando con el Gobierno nacional porque también nos están transfiriendo la tarjeta SUBE".
"Nos comentaron que tecnológicamente el sistema soporta una designación de estas características, lo está trabajando el Ministerio de Desarrollo Social porteño para determinar cuáles son los parámetros que miden la necesidad del subsidio", explicó Grindetti en diálogo con Radio Continental.
El Gobierno nacional transfirió a partir del martes a la ciudad de Buenos Aires los servicios de la red de transporte subterráneo y del Premetro, actualmente regidos por contratos de concesión que datan de la década del noventa.
El convenio establece además que la Nación pagará a la Ciudad 360 millones de pesos en doce cuotas iguales "como único aporte para el pago de subsidios" al sistema que integran cinco líneas de subtes y el Premetro, equivalente al 50 por ciento del actual subsidio operativo anual.
Al ser consultado si es necesario que haya una audiencia pública en el caso de que se decida incrementar la tarifa del servicio, Grindetti respondió: "Es una cuestión técnico-legal, pero en esta instancia no sería necesaria, igual no queremos apresurarnos".
El funcionario de la administración macrista recalcó el acuerdo firmado con el Gobierno nacional porque se "llega a un buen fin para que la gente viaje mejor, más allá de las diferencias políticas".
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