Queremos recuperar el sindicato para los trabajadores.” Así lo explica Daniel Angelozzi, ex delegado de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE) de Venado Tuerto, Santa Fe, y enfatiza con particular interés cuál es la función de un sindicato. Es que, explica, “en UATRE parecen haberse olvidado”. Angelozzi, estibador, hijo de estibador, acusa a Gerónimo “Momo” Venegas de expulsarlo del sindicato por respaldar abiertamente al gobierno de Cristina Fernández. Pero el de Angelozzi no es un caso aislado.
A Juan Carlos Antonio, ex delegado en Salto, provincia de Buenos Aires, le sucedió lo mismo. “En el sindicato se olvidaron que eran trabajadores y hoy están del lado de las empresas, de los patrones. En 2008 salieron a defender la 125. En ese entonces (Ramón) Ayala, que es el secretario gremial, me llamó para avisarme que tenía que juntar a la gente de mi seccional para ir a cortar la ruta. Yo le dije que no eran trabajadores los que estaban cortando, eran patrones y que yo estaba con los trabajadores, entonces no fui y ahí empezó la persecución hasta que me echaron”, cuenta. A Julio René, ex delegado de la seccional 844 de Salto, también lo echaron. Recibió el telegrama después de denunciar “abusos y malos tratos a 70 compañeros” que trabajaban en el desflorado.
La sanción del nuevo Estatuto del Peón Rural en sesiones extraordinarias en diciembre pasado, después de que la presidenta reclamara en reiteradas oportunidades la necesidad de poner en igualdad de condiciones al trabajador rural con el resto de los trabajadores del país, los envalentonó. En especial, cuando Venegas buscó desactivar su aplicación con la ayuda de la justicia para no perder la caja millonaria del RENATRE.
De a poco hoy comienzan a “levantar la cabeza” como ellos mismos dicen. “Estamos informando a los compañeros acerca de los detalles del estatuto a través de reuniones casi clandestinas, porque los compañeros tienen miedo porque el que apenas asoma la cabeza se queda sin trabajo. Cuando les contamos los detalles del nuevo estatuto obtenemos una respuesta muy favorable, porque el gremio no les informa de nada, les dan otra versión, no les dicen cuales son sus derechos”, explica Angelozzi.
De los alrededor de 2 millones de trabajadores rurales que hay en todo el país, se calcula que entre el 70 y el 80% realiza su actividad en la informalidad, al margen de la protección del gremio. Recuperar la representatividad del conjunto de los trabajadores aparece como una consigna urgente.
En este sentido Orlando Ubiedo, quien trabajó en el sector avícola y fue dirigente por décadas en la UATRE hasta que se enfrentó con Venegas, adelantó a Tiempo Argentino que preparan para febrero un gran plenario “de organizaciones hermanas de la ruralidad para conformar una coordinadora de todas estas organizaciones que respalde de manera abierta el estatuto que Venegas pretende dejar sin efecto y apoye la reglamentación de la ley”.
Ubiedo anticipó además que con el apoyo de otras organizaciones gremiales exigirán la renuncia del secretariado en pleno de la UATRE, que tal como estipula el estatuto se entregue el control del gremio al consejo asesor y que en el plazo de 45 días se convoque a nuevas elecciones “para que se presenten todas las listas que quieran y de ahí salga la nueva conducción de los trabajadores”. Ubiedo explicó además que solicitaron una entrevista con el ministro de Trabajo de la Nación, Carlos Tomada, aunque todavía no obtuvieron respuesta. “Queremos plantear desde adentro todo lo que conocemos acerca de lo que sucede en la UATRE, porque si vamos a trabajar por una nueva ruralidad como apunta el proyecto agroalimentario 2020 que plantea la presidenta, la verdad es que eso no se va a poder hacer con Venegas y el proyecto agroexportador oligarca que representa.”
Ernesto Ojeda, representante de la Asociación de Trabajadores Horticultores y Floricultores de Santiago del Estero, elogió también la sanción del nuevo estatuto, pero alertó acerca de la situación de la representatividad de los trabajadores y las dificultades con las que chocan las nuevas agrupaciones que surgen para obtener el reconocimiento oficial.
“Estas trabas al reconocimiento, tanto reglarentarismo podría ser comprensible cuando se trata de gremios que están bien constituidos, con representación, con estatutos y convenios actualizados y condiciones de trabajo dignas, pero cuando hay probado trabajo esclavo, trata de personas, trabajo infantil y la inacción del sindicato es lógico que surjan otras organizaciones” explica.
Ojeda habla también en representación de la Coordinadora de Trabajo Agroalimentario que se constituyó en 2011 con sindicatos con personería gremial de orden regional. En la coordinadora están representados, además de horticultores y floricultores de Santiago del Estero, cosecheros de Tucumán, horticultores de Bahía Blanca, trabajadores avícolas de la provincia de Buenos Aires, trabajadores forestales de Santiago del Estero y empacadores de San Pedro, por sólo nombrar algunos. Todos con un mismo objetivo común: respaldar la plena aplicación del Estatuto del Peón Rural y extender la representación de los trabajadores a todos los puntos del país.
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