Difícilmente se concrete en el corto plazo una reunión entre el Gobierno nacional y los sectores sindicales opositores. El paro del último jueves no hizo más que distanciar (como si fuera posible) un poco más a Hugo Moyano de Cristina Kirchner. Ante este panorama, ¿qué pasará en el país a partir de ahora?.
Con la amenaza de un paro de 36 hs. todavía latente, desde la CTA y CGT opositoras reclaman a gritos varios puntos que siguen siendo desoídos por la Casa Rosada.
La seguridad es exigida tanto por los sindicalistas como por el resto de la sociedad, pero además se suman pedidos de aumento del mínimo no imponible que, según parece, aumentará casi un 30% en junio (sería a 19.000 pesos).
Mientras Moyano espera por alguna señal desde Balcarce, aseguró que pedirá un 35% para las paritarias que se vienen en junio. Como si fuera, Omar Maturano, hombre de peso en La Fraternidad, declaró que fueron a paro "porque el Gobierno trata a los trabajadores con soberbia".
La marcha atrás parece difícil, casi imposible. Mientras los ciudadanos sufren los mismos conflictos que aquellos que paralizan al país, reclaman de una manera más endeble, sin las armas que tienen Moyano y compañía.
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