BAHIA BLANCA: La Biblioteca Rivadavia y su pedido a la AFIP

  El futuro la Biblioteca Rivadavia corre serios riesgos. A pesar de que desde hace cuatro meses solicita a la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) la financiación en 120 cuotas de una deuda de 600.000 pesos, todavía no obtuvo una respuesta que otorgue ese beneficio.
     Por el contrario, las únicas notificaciones que llegan a la biblioteca popular más importante de nuestra ciudad son de juicios de apremios y varias órdenes de embargo con la intención de incautar los fondos de una cuenta del Banco Nación, con la cual la entidad local paga los sueldos a sus 13 empleados.
     "Estamos en una incertidumbre total. Cada vez que me comunico con personal de la AFIP me dicen que su titular, Ricardo Echegaray, debería firmar la resolución para darnos el beneficio en breve, pero han pasado varias semanas y seguimos sin tener novedades", dijo Hilda Vázquez, presidenta del consejo directivo.
     También contó que en el transcurso de estos meses, la deuda podría haber superado los 800.000 pesos, "ya que a pesar de tener la voluntad de pagar lo adeudado, la AFIP continúa cobrando elevados intereses que ponen en riesgo el futuro de la entidad".
     Ante este panorama sostuvo que la biblioteca necesita ayuda para salvarse. "Creo que nadie se atrevería a embargar el recinto de nuestra institución, pero de todos modos no podemos tener este pasivo en nuestras finanzas", agregó.
     Vázquez dijo que "ojalá el complicado presente por el que atravesamos mueva la sensibilidad de las autoridades locales, ya que si bien el intendente Gustavo Bevilacqua me pidió que le envíe las copias de todos los expedientes, hasta el momento no volvió a comunicarse".
     Luego agregó que mes a mes, gracias al aporte de privados, algunos subsidios, y a diferentes campañas de asociados, pueden costear los sueldos de los 13 empleados, aunque el futuro de la entidad dependerá de la refinanciación de ese pasivo.
     El delicadísimo presente de la entidad se conoció el 16 de julio pasado, cuando Vázquez manifestó que solicitaría a la AFIP la condonación de una deuda, aunque ese primer petitorio fue rechazado.
     En aquel entonces el organismo estatal ofreció un plan de pago de 60 cuotas con intereses, lo cual representaba pagar 10.000 pesos mensuales. Una suma que no estaba al alcance de la biblioteca.
     En respuesta, Vázquez elevó una nueva nota solicitando una financiación de 120 cuotas sin intereses, aunque si bien se esperaba una contestación para antes de fin de año, la misma continúa sin llegar.
     La abultada deuda de la biblioteca surgió a raíz de las dificultades para afrontar los salarios de sus empleados y realizar los aportes previsionales correspondientes, entre otros gastos corrientes.
     Para complicar aún más el panorama, el número de asociados se redujo desde 7.000 a tan sólo de 2.700 a partir del auge de Internet, lo cual generó que muchas personas pierdan el interés en los libros de papel o consideren que el servicio que ofrece la biblioteca de avenida Colón 31 no resulta necesario.

Monumento Histórico Nacional y más

     En 2008 el Poder Ejecutivo Nacional declaró Monumento Histórico Nacional a la Biblioteca Bernardino Rivadavia mediante el decreto 1.592, en consideración de la riqueza arquitectónica del edificio de avenida Colón 31.
     También, gracias a su patrimonio bibliográfico, el cual está integrado por alrededor de 156 mil volúmenes, incluyendo ejemplares raros y antiguos como una edición veneciana del año 1515 de "La Farsalia" de Lucano. La hemeroteca, en tanto, incluye todos los diarios publicados en Bahía Blanca desde el año 1883.
     Para nuestra ciudad, el proyecto de la biblioteca es muy significativo por su función específica, pero además por funcionar como sede social de la Asociación Bernardino Rivadavia, institución que, a través de su comisión directiva, logró generar un espacio para el desarrollo de actividades culturales.
     La piedra basal del edificio actual se colocó en diciembre de 1927, habilitándose tres años después, en agosto de 1930.
     La construcción está trazada en elegantes líneas del estilo Luis XVI. Desde su fachada, coronada con un frontis triangular, hasta los interiores, se manifiesta la armoniosa composición arquitectónica y la fina decoración de todos sus ambientes.