La octava de las nueve lunas del Festival Nacional de Folklore de Cosquín, se cumplirá esta noche y hasta entrado el amanecer de la que será última jornada del encuentro tradicionalista más grande de Sudamérica.
Con emisión televisiva en directo desde las 22 de esta noche hasta las 4 de mañana, se podrán apreciar las actuaciones de Mariana Carrizo, La Bruja Salguero, Arbolito, Jairo, y Bersuit Vergarabat; Lázaro Caballero, Pueblo Nuevo, Delegación de Chubut, Pacho Araya, Silvina Nieto, Los Catamarqueños, Mónica Abraham, Emerger, Pablo Lozano, Chicharrón, Marita Londra, Paula Basalo, Lo Lamento por la Baldosa, Miguel Bilinsky, Tucanychaya, Quorum, Paco Garrido y, finalmente, La Copla.
Récords de público, como convocaron las presentaciones de el Chaqueño Palavecino, Abel Pintos o León Gieco --entre varios--; largas esperas para un breve paso por el escenario Atahualpa Yupanqui, tal cual le sucedió al charanguista Gustavo Patiño, quien presentó airadas protestas; y homenajes, incluso a quien resintiera el gran escenario de la Próspero Molina y optara por las peñas más cercanas a la gente, como era el poeta y escritor Hamlet Lima Quintana.
Entre toda clase de sensaciones se desarrolló la magnífica convocatoria que, aggiornada a los tiempos, ubica en su programación a exponentes del folklore de antiguo y actual.
Con emisión televisiva en directo desde las 22 de esta noche hasta las 4 de mañana, se podrán apreciar las actuaciones de Mariana Carrizo, La Bruja Salguero, Arbolito, Jairo, y Bersuit Vergarabat; Lázaro Caballero, Pueblo Nuevo, Delegación de Chubut, Pacho Araya, Silvina Nieto, Los Catamarqueños, Mónica Abraham, Emerger, Pablo Lozano, Chicharrón, Marita Londra, Paula Basalo, Lo Lamento por la Baldosa, Miguel Bilinsky, Tucanychaya, Quorum, Paco Garrido y, finalmente, La Copla.
Récords de público, como convocaron las presentaciones de el Chaqueño Palavecino, Abel Pintos o León Gieco --entre varios--; largas esperas para un breve paso por el escenario Atahualpa Yupanqui, tal cual le sucedió al charanguista Gustavo Patiño, quien presentó airadas protestas; y homenajes, incluso a quien resintiera el gran escenario de la Próspero Molina y optara por las peñas más cercanas a la gente, como era el poeta y escritor Hamlet Lima Quintana.
Entre toda clase de sensaciones se desarrolló la magnífica convocatoria que, aggiornada a los tiempos, ubica en su programación a exponentes del folklore de antiguo y actual.
Inentendible postergado.
Gustavo Patiño, emblemático músico de la Quebrada de Humahuaca, expresó su disconformidad con el horario y la extensión de su presentación en la quinta jornada de Cosquín y, en forma elíptica, cuestionó los criterios de programación.
"Yo no tengo representante, no tengo contactos políticos y no pongo dinero para tocar en Cosquín", explicó Patiño cuando fue consultado por el lugar que ocupó en la grilla, último entre los 24 artistas programados.
Con una extensa carrera que lo ha llevado a trabajar con Jorge Rojas, Peteco Carabajal, Raly Barrionuevo y la colombiana Shakira, Patiño estuvo apenas 8 minutos en el escenario mayor de Cosquín, a partir de las 5.04 de la madrugada del jueves.
Pocas horas antes, la Comisión Municipal de Folklore le había asignado al músico el espacio previo al de Abel Pintos, el artista central de la noche, que salió a escena a las 2.35. Pero antes del comienzo de la quinta jornada del festival, se difundió una nueva grilla en la que Patiño figuraba 23 entre los 24 números de la noche.
"Ni yo tengo ganas de tocar a esa hora", se quejó Patiño al conocer la modificación. "Es el cuarto año consecutivo que me ocurre lo mismo", expresó sin encontrar justificación.
Patiño aseguró que, a raíz del escaso tiempo que le otorgaron para ocupar el escenario, le propuso a la Comisión Municipal la supresión de su presentación.
"Entiendo que Cosquín es organizado a nivel gubernamental y está lleno de compromisos políticos y que es muy difícil tener festivales autónomos que puedan trabajar desde otro plano. Soy un crítico, pero hago la crítica desde adentro", definió.
Conocidas las palabras de Patiño, avanzada la madrugada, el orden de prelación de los músicos sufrió un nuevo cambio y Patiño pasó del penúltimo al último lugar.
Gustavo Patiño, emblemático músico de la Quebrada de Humahuaca, expresó su disconformidad con el horario y la extensión de su presentación en la quinta jornada de Cosquín y, en forma elíptica, cuestionó los criterios de programación.
"Yo no tengo representante, no tengo contactos políticos y no pongo dinero para tocar en Cosquín", explicó Patiño cuando fue consultado por el lugar que ocupó en la grilla, último entre los 24 artistas programados.
Con una extensa carrera que lo ha llevado a trabajar con Jorge Rojas, Peteco Carabajal, Raly Barrionuevo y la colombiana Shakira, Patiño estuvo apenas 8 minutos en el escenario mayor de Cosquín, a partir de las 5.04 de la madrugada del jueves.
Pocas horas antes, la Comisión Municipal de Folklore le había asignado al músico el espacio previo al de Abel Pintos, el artista central de la noche, que salió a escena a las 2.35. Pero antes del comienzo de la quinta jornada del festival, se difundió una nueva grilla en la que Patiño figuraba 23 entre los 24 números de la noche.
"Ni yo tengo ganas de tocar a esa hora", se quejó Patiño al conocer la modificación. "Es el cuarto año consecutivo que me ocurre lo mismo", expresó sin encontrar justificación.
Patiño aseguró que, a raíz del escaso tiempo que le otorgaron para ocupar el escenario, le propuso a la Comisión Municipal la supresión de su presentación.
"Entiendo que Cosquín es organizado a nivel gubernamental y está lleno de compromisos políticos y que es muy difícil tener festivales autónomos que puedan trabajar desde otro plano. Soy un crítico, pero hago la crítica desde adentro", definió.
Conocidas las palabras de Patiño, avanzada la madrugada, el orden de prelación de los músicos sufrió un nuevo cambio y Patiño pasó del penúltimo al último lugar.
La memoria del poeta Hamlet Lima Quintana
Hamlet Lima Quintana sostenía una relación ambivalente con el Festival de Cosquín, áspera con la programación del escenario principal y estrecha con el movimiento callejero.
No obstante, su figura es destacada este verano a través de la muestra itinerante "Para no morir", en la 53º edición del tradicional encuentro folklórico.
La obra de Lima Quintana, fallecido el 21 de febrero 2002 y uno de los fundadores del movimiento Nuevo Cancionero de inicios de los sesenta, se expone en la escuela Julio Roca (San Martín y Sarmiento) hasta mañana, día de la clausura del festival.
"Mi viejo formulaba planteos y diferencias con respecto a lo que ocurría en el escenario de Cosquín, pero reconocía el movimiento de la ciudad y por eso es un orgullo poder llegar con la muestra a este espacio tan importante", aseguró Juan Martín Lima Quintana, hijo menor del poeta.
"Para no morir" propone un recorrido visual sobre la cultura latinoamericana. Incluye tapas de libros, partituras, pinturas de Carlos Alonso, Rodolfo Campodónico, dibujos del poeta español Rafael Alberti, Crist, Jairo, entre otros artistas; más la presentación del espectáculo Los pájaros de Hamlet , a cargo Mariano Lima, otro de los hijos del poeta.
Hamlet Lima Quintana nació en Morón en 1923 pero elegía declarar que era oriundo de la ciudad bonaerense de Saladillo, donde pasó buena parte de su infancia. Ejerció el oficio de músico y cantor entre 1940 y 1960, primero en la compañía de Ariel Ramírez y luego con los grupos Los musiqueros y Los mandingas.
Comprometido con su tiempo, fundó en 1963 --junto con Mercedes Sosa, Fabián Matus y Tito Francia--, el Movimiento del Nuevo Cancionero, que cuestionaba "el folklore de tarjeta postal" y apostaba por "una toma de conciencia" de los diferentes paisajes regionales.
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