La historia de El Salvador ha pasado por diversos periodos, los cuales han marcado su actual estado económico, político y social. Antes de la llegada de los conquistadores españoles a tierras americanas, el territorio estaba habitado por diversos pueblos amerindios que ya habían formado órdenes sociales sofisticados; con la conquista, el sincretismo y el sometimiento toman protagonismo hasta que, la entonces Provincia de San Salvador, adquirió su independencia delImperio español, logrando su carácter de Estado en 1859. En 1931 inicia un periodo conocido como la "dictadura militar", donde el ejército controla al Estado hasta 1979. Durante los años ochenta sucedió una guerra civil, dejando un saldo de muertos y desaparecidos sin precedentes en su historia. Es en 1992 cuando se firman los Acuerdos de Paz de Chapultepec, evento que marca el inicio de una nueva época en la historia de la nación. En la actualidad, la situación económica y social tiende a dificultar las posibilidades de superación de la población.
CLASIFICACIÓN DEL FOLKLORE SALVADOREÑO
El folklore es un tema sumamente amplio, razón por la que hemos hecho una breve clasificación en pequeños grupos afines:
• Fiestas Tradicionales
Fiestas patronales
Días feriados y festivales
• Mitos Folklóricos
Personajes típicos
Leyendas
• Danzas Folklóricas Tradicionales
• Comidas Típicas de El Salvador
• Artesanías Salvadoreñas
• Trajes Típicos Salvadoreños
• Fiestas Tradicionales
Fiestas patronales
Días feriados y festivales
• Mitos Folklóricos
Personajes típicos
Leyendas
• Danzas Folklóricas Tradicionales
• Comidas Típicas de El Salvador
• Artesanías Salvadoreñas
• Trajes Típicos Salvadoreños
“La Bajada”
Una de las fiestas más importantes es la del 6 de agosto, en honor al “Salvador del Mundo”, patrono de la República. La llaman “la Bajada” porque este día, bajan a la ciudad los campesinos del volcán y de las poblaciones vecinas; llegan a venerar al patrono y toman parte en la procesión que recorre las principales calles de la capital.
Una de las fiestas más importantes es la del 6 de agosto, en honor al “Salvador del Mundo”, patrono de la República. La llaman “la Bajada” porque este día, bajan a la ciudad los campesinos del volcán y de las poblaciones vecinas; llegan a venerar al patrono y toman parte en la procesión que recorre las principales calles de la capital.
“Día de la Cruz”
El Día de la Cruz se celebra el 3 de mayo. Se cree que esta celebración la hacían los indígenas en honor al Dios de la Lluvia. Esta celebración, que tiene como fin implorar al cielo los beneficios de la lluvia, fue cristianizada por los españoles, quienes introdujeron la adoración de la Cruz en sustitución del Dios de la Lluvia.
El Día de la Cruz se celebra el 3 de mayo. Se cree que esta celebración la hacían los indígenas en honor al Dios de la Lluvia. Esta celebración, que tiene como fin implorar al cielo los beneficios de la lluvia, fue cristianizada por los españoles, quienes introdujeron la adoración de la Cruz en sustitución del Dios de la Lluvia.
“Fiesta de los Indios”
La fiesta de los indios se celebra el 12 de diciembre, día en que se venera a la Virgen de Guadalupe, Patrona de América Latina. En este día los jóvenes y los niños se visten con trajes indígenas y acompañan a la Virgen en la procesión. Se conmemora la aparición de la Virgen al indio Juan Diego, en las colinas de Tepeyac en México.
Las costumbres y tradiciones salvadoreñas permiten conocer su cultura y descubrir en el alma nacional que se trasluce a través de los deseos y esperanzas, alegrías y tristezas, temores y luchas, instintos guerreros y sentimientos religiosos, que en ellos se expresan. En esta sección se presentan costumbres, fiestas tradicionales, comidas típicas, danzas tradicionales, personajes típicos y leyendas.
Entre las costumbres más relevantes se pueden mencionar las siguientes:
velorios y novenarios de difuntos, enflorar a los muertos, celebración de posadas, quiebra piñatas y cascarones, los micos de corpus y las peregrinaciones a Esquipulas.
La Siguanaba o Siguamonta es una leyenda o mito salvadoreño que cuenta de una aparición en forma de mujer con rostro cubierto de espesa, negra – gris cabellera, blancos brazos con manos finas, amarfiladas, dedos largos y delgados con uñas brillantes y puntiagudas.
Cuenta la leyenda que la Siguanaba solamente se les aparece a hombres solteros o que viven con sus mujeres sin casarse, a los niños y viejitos, cuando no portan medallas, cruces o escapularios benditos.
Para evitar que este espíritu se aparezca aconsejan llevar en el bolsillo izquierdo un pedazo de tela de color rojo, colocar en el sombrero una cruz de alfileres o decirle a la aparición: “María, toma tu pata de gallina” o “Comadre aquí está tu purito”.
La Siguanaba o Siguamonta es una leyenda o mito salvadoreño que cuenta de una aparición en forma de mujer con rostro cubierto de espesa, negra – gris cabellera, blancos brazos con manos finas, amarfiladas, dedos largos y delgados con uñas brillantes y puntiagudas.
Cuenta la leyenda que la Siguanaba solamente se les aparece a hombres solteros o que viven con sus mujeres sin casarse, a los niños y viejitos, cuando no portan medallas, cruces o escapularios benditos.
Para evitar que este espíritu se aparezca aconsejan llevar en el bolsillo izquierdo un pedazo de tela de color rojo, colocar en el sombrero una cruz de alfileres o decirle a la aparición: “María, toma tu pata de gallina” o “Comadre aquí está tu purito”.
ARTESANÍAS
Las artesanías son tan antiguas como el hombre mismo. De estas se valió para realizar tareas cotidianas como cazar, pescar, transportar o almacenar alimentos.
Mientras el hombre se hacía poco a poco sedentario necesitaba implementos de trabajo y objetos tales como la cerámica, lanzas de obsidiana, tejidos para su ropa, petates, piedras de moler, redes para pescar, carpintería, cestería, jícaras, curtiembre. Muestra de estos objetos prehispánicos son innumerables.
Un ejemplo es la obsidiana, encontrada a lo largo de todo el país, materia prima para la elaboración de lanzas; asimismo, muestras líticas de metales, o piedras de moler maíz y otros granos, adobes para la construcción de edificaciones, objetos cerámicos y utilitarios como cajetes, ollas, urnas funerarias.
Las artesanías son tan antiguas como el hombre mismo. De estas se valió para realizar tareas cotidianas como cazar, pescar, transportar o almacenar alimentos.
Mientras el hombre se hacía poco a poco sedentario necesitaba implementos de trabajo y objetos tales como la cerámica, lanzas de obsidiana, tejidos para su ropa, petates, piedras de moler, redes para pescar, carpintería, cestería, jícaras, curtiembre. Muestra de estos objetos prehispánicos son innumerables.
Un ejemplo es la obsidiana, encontrada a lo largo de todo el país, materia prima para la elaboración de lanzas; asimismo, muestras líticas de metales, o piedras de moler maíz y otros granos, adobes para la construcción de edificaciones, objetos cerámicos y utilitarios como cajetes, ollas, urnas funerarias.
Figurillas prehispánicas femeninas, así como diseños de personajes en vasijas precolombinas, indican que se usaron faldillas y turbantes, probablemente de fibra vegetal, indicando el desarrollo de la artesanía textil.
Pero, a través del desarrollo del hombre, vino también una división y especialización. Por un lado, la gente común que elaboró sus instrumentos de uso cotidiano, y por otro lado, verdaderos especialistas, artesanos extraordinarios que realizaron trabajos en cerámica, jade, liticia, metal y hueso, para otras funciones en las que sobresalen las religiosas y ceremoniales. Muestra de los productos de los artesanos artífices en la época prehispánica son considerables. Téngase como ejemplo la colección de jade de Chalchuapa, con objetos exquisitos: orejeras y pectorales.
El llamado pedernal excéntrico del período clásico, encontrado en el sitio arqueológico de San Andrés, departamento de la Libertad, objetos cerámicos policromos del mismo período con diseños de animales mitológicos como la serpiente emplumada o Quetzalcoatl.
Es característico el mono en la cerámica de inspiración Maya “copador” (por Copán y El Salvador), que aparece en múltiples vasijas; objetos cerámicos policromos del estilo Salua (por El Salvador y el valle de Ulúa). Liticia como la escultura monolítica que apareció en el sitio arqueológico de Cara Sucia, el llamado Disco Solar, que más bien es la efigie de un jaguar, que mucho recuerda el arte clásico de Santa Lucía Cotzumalhuapa, Escuintla, en Guatemala.
Es característico el mono en la cerámica de inspiración Maya “copador” (por Copán y El Salvador), que aparece en múltiples vasijas; objetos cerámicos policromos del estilo Salua (por El Salvador y el valle de Ulúa). Liticia como la escultura monolítica que apareció en el sitio arqueológico de Cara Sucia, el llamado Disco Solar, que más bien es la efigie de un jaguar, que mucho recuerda el arte clásico de Santa Lucía Cotzumalhuapa, Escuintla, en Guatemala.
Debe también considerarse, en el marco de esta división y la especialización de los artesanos, que estos últimos formaban parte de una casta superior. Estos elaboraban los artículos suntuarios de la clase dominante. Al principio, probablemente fueron agricultores, pero con el correr del tiempo y con las crecientes exigencias de la clase gobernante, se perfeccionaron en su oficio y ellos mismos utilizaron a campesinos para cultivar su tierra.
Dentro de los Aztecas una de las artesanías más preciadas fue el arte plumario, la elaboración de mosaicos de plumas, cuyos artesanos fueron llamados Amantecas. Tan importante eran que tenían su propia deidad, Coyotlinahua, El espíritu de Coyote y vivían en barrios exclusivos, al lado de los comerciantes o Pochtecas. La materia prima, las plumas, eran llevadas al altiplano Mexicano de la actual zona geográfica de Chiapas, Guatemala, Honduras y El Salvador.
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