El actor argentino Alberto de Mendoza, que estaba internado por una insuficiencia respiratoria, falleció hoy en Madrid, según informó la asociación de Artistas Intérpretes Sociedad de Gestión (AISGE).
A sus 88 años, filmó más de 200 películas, que lo consagraron como un galán del cine español. El último reto que enfrentó en la pantalla grande fue al interpretar a un abuelo machista en La mala verdad, una historia de Miguel Angel Rocca, estrenada el 1 de diciembre. Su personaje le valió el premio a mejor actor en la sección iberoamericana.
Su carrera se dividió entre España y Argentina. Pero a pesar de vivir desde hace décadas en Madrid, cuando le preguntaron cuál era su lugar en el mundo, el actor respondió: “Como decía Borges: "No sé por qué, pero Buenos Aires".
Protagonista de recordadas películas como El Oriental, El Jefe, Tapas, Una abuelita de antes de la guerra y Zorrita Martínez, Alberto Manuel Rodríguez Gallego González de Mendoza, fue pionero entre los actores argentinos en triunfar en las tablas españolas. Su consagración cinematográfica llegó en 1950 en Filomena Marturano con Tita Merello.
Con Carmen Sevilla y Sarita Montiel como compañeras de romances en la gran pantalla, el actor surgió en la década del sesenta como uno de los grandes galas del cine de ese país.
De padres españoles, el actor de cine, teatro y televisión, que nació el 21 de enero en el barrio de Belgrano, no tuvo una infancia normal. Hijo de un andaluz y una vasca, cuando tenía cinco años, se quedó huérfano y fue llevado a España, donde lo crió su abuela Isidra. Allí se enamoró del séptimo arte en las butacas del Cine Argelles y del teatro, cuando se colaba a ver las zarzuelas en el Teatro Lara. Pero, en 1939, la tragedia golperaría su vida y lo regresaría a la Argentina.
"Mi nona murió a poco de empezar la Guerra Civil, donde perdimos todo. Fue ahí cuando empecé a laburar y a conocer la calle; a los 15 años empecé a gastar suelas", recordaba en la entrevista con Clarin.
El actor se subió a un buque, el Tucumán, que lo devolvió al Río de la Plata junto a un grupo de refugiados cansados de tanta guerra. Entre los refugiados viajaba Carlos Cajaravilla, un actor y bailarín uruguayo.
"Me las rebuscaba como podía. Laburé en un cabaret que se llamaba El Avión y estaba en el Bajo, sobre Paseo Colón. Por un sándwich de mortadela y diez pesos bailaba boogey boogey... Después fui a aprender baile en serio y en 1943 fui comparsa en el Colón. Era apenas un buen partenaire, porque tenía fuerza, así que opté por meterme en el teatro", recordó.
Con su elegancia, De Mendoza provocó suspiros entre las mujeres. "¿Antes del teatro, ¿ya era ganador?", le preguntó el periodista. “Se dice que sí. De joven era flaco, tenía pelo, era versero como buen hijo de andaluz, conocía la calle. Si vos medís 1,82 y sos flaco, es más fácil ser ganador, aunque son siempre las minas las que eligen? De mí han abusado muchas mujeres. Me traigo la frase de Gassman, un maestro y amigo: Cuando uno ha llegado a conocer la vida y todo su misterio, viene la muerte. Y tenía razón: cuando llegás a conocer al mujerío y ya no metés la pata, resulta que estás viejo”, aseguró.
El actor, que compartió cartel con Alberto Closas, Jack Palance, Irene Papas o Peter Cushing, iba a rodar una serie de 13 capítulos para la televisión argentina y en verano esperaba en estrenar Las brujas de Salem en los escenarios bonaerenses.
Sus hijos, Belén y Fabián, psicóloga y publicista, de profesiones, le recordaron esta mañana como "un hombre apasionado, temperamental, enamorado de su trabajo.
El año pasado fue galardonado con el Martin Fierro de honor por los 30 años de su exitosa serie El Rafa, historia donde interpretó a Rafael Minelli, un canillita que tenía una tormentosa relación con su hijo el Cholo, papel personificado por Carlos Carlvo. Y en 1958 y 1982 obtuvo el Cóndor de Plata al mejor actor por El jefe, de Fernando Ayala, y El infierno tan temido, de Raúl de la Torre.
Una de sus más recientes participaciones en la televisión fue “Hombres de Honor”. En telenovela de Pol-Ka, el actor se puso en la piel del mafioso Nino Calvino, personaje que le valió una nominación al Martin Fierro.
De Mendoza, que estaba internado en el sanatorio de la Clínica de la Luz, será cremado mañana en el cementerio de la Almudena en Madrid.
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